Partido con letras mayúsculas. Eso es lo que van a tener la oportunidad de presenciar los afortunados que se hayan hecho con una entrada para ir al Green Point Stadium.
Aunque visto lo visto, cualquiera podría pensar que se trata de una eliminatoria a doble partido con el duelo de ida ya disputado. Tanto europeos como sudamericanos llevan tres días calentando el choque con unos intensos cruces de declaraciones.
El teutón Schweinsteiger fue quien abrió la veda, seguido de su compañero y capitán Lahm; que añadieron que su rival no “sabe perder”. Por parte de los albicelestes fueron el cancerbero Romero y el mediocampista Pastore quienes quisieron equilibrar la balanza. Y para añadirle ímpetu, los entrenadores han decidido participar. Maradona con más notoriedad, cosa habitual en él. El pelusa respondió al jugador del Bayern preguntándole si tenía miedo de su equipo, a lo que Löw replicó advirtiendo al árbitro uzbeco del juego “al límite” que practica Argentina.
En lo deportivo, ambos entrenadores dormirán esta noche con una sola incógnita en sus mentes. Löw, que cuenta con el enigma de la participación de Podoslki, duda en darle continuidad a Boateng en el lateral derecho, o reincorporar a Badstuber. Por lo demás, dará el mando de las acciones germanas a la dupla Khedira-Schweinsteiger; dejando el peso ofensivo a las joyas de la corona alemana: Müller y Ozil tratarán de buscar las cosquillas a la zaga albiceleste.
Maradona lleva algún tiempo sin tener algunas cosas claras. Y ahora, le asaltan las dudas. ¿Verón o Maxi? ¿Quién será la pareja de baile de Mascherano? Los otros diez no son nuevos para nadie. Recuperado Messi del proceso gripal que sufrió dos días atrás, el azulgrana volverá a cargar a sus espaldas el peso del ataque. Higuaín, motivado por la lucha rumbo al pichichi, no necesita ningún tipo de motivación.
Argentina y Alemania. Los primeros tratarán de devolver a los bávaros la eliminación sufrida a manos de estos en los cuartos de final del pasado mundial. Maradona, cabeza visible del último mundial conquistado por la albiceleste ante Alemania, quiere prolongar dicha racha.
Póngale cualquier excusa al jefe, deshágase de su mujer, corte el teléfono. Este partido lo merece.
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