Etapa de transición entre el grupo de los favoritos; los cuales siguieron el guión previsto, guardar fuerzas en pos de la etapa reina del jueves. Fedrigo ganó al sprint una etapa en la que destacó el pundonor de Lance Armstrong.
Sorprendió el alto ritmo imprimido por los corredores desde el inicio de la etapa. Nada más iniciar la ascensión al Peyresourde, un grupo formado por once corredores estableció la primera fuga del día. Ninguno de ellos preocupaba a los intereses de los favoritos, hasta que el salto de Van Der Broeck del pelotón hizo saltar las alarmas.
Conscientes de que la plaza de Menchov se tambaleaba, el equipo Rabobank tomó las riendas de la carrera hasta neutralizar un grupo bien comandado por Sastre. Un nuevo contratiempo para uno de los hombres fuertes tuvo lugar en el Col d’ Aspin. Samuel Sánchez estaba sufriendo una grave crisis y necesito de la ayuda de algunos de sus compañeros para reingresar en el pelotón.
El nombre propio de la etapa de hoy fue por encima del vencedor, el heptacampeón de la “Grande Boucle” Lance Armstrong. Enlazó la primera escapada del día y fue quién seleccionó los hombres de la segunda. Aunque el triunfo de etapa le fue esquivo, digno es de admiración el sacrificio y esfuerzo del norteamericano a pesar de su edad y sus ya más que conocidos problemas tras su enfermedad.
Tras la exhibición de los corredores en los puertos de primera categoría, las expectativas estaban muy altas con los dos puertos de categoría especial. Pero la noticia del Tourmalet fue que no hubo noticias. La ascensión a este mítico puerto fue bastante sosa y en momentos hasta aburrida. De ella salió el grupo de escapados, con casi cuatro minutos de diferencia, que a la larga se convertiría en el que se disputase la etapa en Pau.
El esfuerzo de los primeros puertos pasó factura y la ascensión al Aubisque también dejó mucho que desear. Carlos Barredo intentó marcharse hasta en tres ocasiones pero Armstrong y sobretodo Fedrigo estuvieron muy atentos a su rueda. Por detrás reinaba la tranquilidad y hasta pudimos ver a Contador departir en más de una ocasión con su máximo rival por la victoria en París.
Pasadas las cuatro “tachuelas” del día, una bajada de 60 kilómetros que parecía inofensiva dio más de un sobresalto a los hombres de cabeza. El culpable fue el asturiano Carlos Barrero, que en su enésimo intento de fuga consiguió marcharse al inicio de la bajada.
Nadie apostaba por él, pero según se concluía la etapa, cada vez la locura cobraba más visos de realidad. Pero tuvo el peor desenlace que un ciclista puede soñar. El ciclismo fue injusto con el corredor del Quick Step, que fue neutralizado debajo del arco del último kilómetro. El grupo de perseguidores decidió ponerse el mono de trabajo de una vez por todas para alcanzarle y cumplieron con su cometido.
La victoria al sprint fue para un Fedrigo que por colaboración y participación no la merecía, pero este deporte es así. Pau no registró cambios reseñables en la general y; mañana toca día de descanso en el que todas las mentes estarán puestas en la etapa reina del jueves. Andy Schleck y Alberto Contador se batirán en un nuevo duelo por el tour con las faldas del Tourmalet como testigo.
KEVIN FERNANDEZ
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