LA SUERTE SORTEA A JAPON
Ningún equipo fue superior al rival en ningún momento – Paraguay quiso más en la prorroga pero los japoneses lograron su objetivo de llegar a los penaltis – La suerte fue esquiva para Komano.
Llegar a los penaltis ha sido el peor castigo de este mundial. Paraguayos y japoneses disputaron un encuentro que pasará a los anales de historia por ser serio candidato al peor de este campeonato de 2010; y no romper la monotonía de partidos planos en dicho torneo.
Sin iniciativa, con parsimonia y temerosos de encajar un gol. Esos son los adjetivos que definen la actitud de ambos equipos. Los aficionados que se gastaron el dinero para viajar a Pretoria, lo echan ahora en falta. Sólo es posible sacar una conclusión: Si Paraguay presenta el mismo partido en cuartos, tanto españoles como portugueses sin jugar a su gran nivel, pueden derrotarle sin miramientos.
Los samurái blues fueron una caricatura de aquel equipo que maravilló ante Dinamarca. Estaban adormecidos y según pasaban los minutos, buscaban descaradamente la tanda de penaltis que posteriormente fue su cruz. Para colmo, su estrella Honda no llegó a aparecer en ningún momento.
El equipo de Martino, reflejó la sorpresa que fue su clasificación como primero de grupo. Pero durante el tiempo extra, fueron los que merecieron la victoria sin ningún atisbo de duda.
Una buena jugada de Barrios en el área que Kawashima chafa y el posterior potente chut al larguero de Matsui fueron las dos jugadas que rompieron la periodicidad de este choque.
La albirroja quiere más
Según discurría la segunda parte, la prorroga cada vez era más predecible. Paraguay, era la única que parecía querer lo contrario y, escudada en una buena defensa, su ataque no fue capaz de romper el muro nipón.
Durante el tiempo de prolongación, el combinado sudamericano se lanzó decidido a lograr el pase a cuartos. Valdez y Barreto dieron algo de mordiente ofensiva al combinado guaraní pero no fue suficiente. No obstante, los asiáticos estuvieron a punto de sorprender debido a que fueron ellos los que pudieron llevarse el choque en los últimos compases. Con Okazaki y Tamada en el campo, Honda y Endo encontraron los socios perfectos. Pero finalmente, el cuadro de Okada consiguió el objetivo que había perseguido la mayor parte del partido: La tanda de penaltis.
Fue una tanda impecable en la que los porteros apenas tuvieron la oportunidad de intervenir. Un disparo del lateral japonés Komano a media altura que el larguero repelió, fue lo que privó de la victoria a una desconocida Japón; y a su vez hizo entrar a Paraguay en el olimpo del fútbol, puesto que nunca antes se había codeado con los ocho mejores del mundo.
La frase:
Takeshi Okada: “Desafortunadamente, yo no permití ganar a mis jugadores”
KEVIN FERNANDEZ