5-1
ESTE ES EL BARÇA SIN LUGAR A DUDAS
El Barcelona acalla las dudas que le sobrevolaban con un soberbio partido · Messi fue el guía en el ataque blaugrana respaldado por Xavi · El Panathinaikos, sin recursos, fue un juguete en manos de su rival · Todo sigue tal y como hace una semana
Que el Barcelona es a día de hoy el mejor equipo del mundo es una verdad que cualquier aficionado al fútbol afirma con rotundidad. Pero su traspiés del pasado sábado ante el Hércules, pareció sembrar la duda en algunos pocos que hoy han tenido que callar ante el recital futbolístico del equipo culé. Si a unos Xavi y Busquets en plan estelar les añadimos a un Leo Messi inspiradísimo, el cóctel suele ser mortal para el equipo contrario. El Panathinaikos puede dar fe a partir de esta noche.
Sin dudas ni miramientos, y con una sobredosis importante de motivación, los chicos de Guardiola aniquilaron a un pobre equipo griego que saltó al césped a capear el temporal. Sin argumentos ofensivos, con el centro del campo inaudito y una defensa que salió con el cerrojo puesto que a la postre sería su condena. Los culpables, los arietes blaugranas y sus constantes permutaciones sobre el césped. Poesía futbolística y táctica fue el resultado.
El primer cuarto de hora fue el fiel reflejo de lo que depararía el choque. Xavi y Busquets camparon a sus anchas, sorprendentemente, libres de presión rival, y monopolizaron el esférico, para repartir pases interiores entre líneas que hicieron mucho daño a los helenos. Vyntra fue quién más sufrió con las acometidas de Alves. Con ese panorama, el respetable sólo tenía la duda de cuando llegaría el gol que abriría la lata. Pues fue en el veinte pero sorprendentemente, quién sacó posteriormente del centro del campo fue el equipo local.
Aunque parecía increíble, el Panathinaikos se había adelantado fruto de un saque de puerta de Tzorvas que Cissé prolonga de tacón para que Govou gane en carrera a Eric Abidal y bata por bajo a Valdés. Tan increíble como cierto. Pero sólo fue un espejismo ya que los blaugranas sólo necesitaron 60 segundos para igualar el tanteo y 12 minutos para colocarse por delante en el luminoso. Messi ante Tzorvas y Villa en un clamoroso error de la zaga helena en el marcaje de un córner fueron los artífices de una remontada que culminó Messi al filo del descanso tras un recital de paredes en la cara de los griegos.
La historia terminó ahí. El Barcelona salió con más relajación en la reanudación y el Panathinaikos ni siquiera pisó el área de Valdés durante los segundos 45 minutos. Leto lo intentaba buscándole la espalda a Alves, pero se encontraba muy solo. Tras unos minutos relativamente tranquilos, el Barcelona decidió matar el choque de una vez por todas. Pedro falló incomprensiblemente una jugada en la que tras regatear a Tzorvas, sólo tenía que empujar a puerta y Messi erró una pena máxima, algo impropio en ambos.
El Panathinaikos terminó por ondear la bandera blanca, tras darse cuenta de su fuerte impotencia. Pero no quisieron los culés que esto quedase así y pedro se reafirmó por el error anterior y Alves anotó un tanto de cabeza tras una pared con Messi sobre la bocina.
Final del partidos y dudas despejadas de un plumazo, si es que las había en el seno del vestuario. El Panathinaikos no fue el mejor rival para medir el estado anímico del equipo culé, y tuvo que hacer de sparring y pagar los platos rotos que el Hércules dejó el sábado. La vida sigue igual en “Can barÇa”.
KEVIN FERNANDEZ
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