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miércoles, 1 de septiembre de 2010

España 73-76 Lituania (Crónica y contracrónica)

ESPAÑA SE COMPLICA "TONTAMENTE" LA VIDA

Derrota inesperada de la ÑBA, a la que se le avecina un cruce cada vez más complicado • Lituania estuvo a merced de los nuestros en el tercer cuarto • Kleiza fue clave

La tercera jornada de la fase de grupos del mundial de Turquía no pudo tener peor desenlace para el combinado español. Tras completar una trabajada primera parte, especialmente en defensa, los chicos de Scariolo no supieron rematar a su rival cuando más flaqueaba en la segunda. Lo peor, los dos partidos que restan no deben presentar en principio dificultades, son las cábalas que ahora si le toca hacer a la ÑBA. Tras hartarse de negar la intencionalidad de la derrota ante Francia para evitar un más que posible cruce con Estados Unidos en las semifinales, la tercera plaza hará más tortuoso el camino hacia los metales.

Grecia y Rusia se presentan como los candidatos más probables para cruzarse con “La Roja” en octavos, duelo que serviría de antesala para el choque de cuartos contra los yankees. Pero hoy no toca pensar en eso. Toca irse a casa, descansar y pensar, individual y colectivamente, en los errores que han propiciado esta inesperada como inmerecida derrota. Pensar en cómo hemos podido dilapidar 18 puntos de renta a 13 minutos de la conclusión.

Y viendo el desarrollo de la primera parte, nadie podía predecir al descanso la hecatombe que iba a ocurrir en el Halkapinar Arena. Marc Gasol fue la cabeza visible de un equipo que saltó al parquet sabiendo lo que se jugaba. Bien ordenado en defensa y en ataque, sus triples comenzaron a dinamitar a los de Kemzura. Tras el marcador global de los primeros diez minutos, Scariolo decidió dar entrada a la denominada segunda unidad – Raúl, Mumbrú, Llull, Reyes y Vázquez – que tras un buen arranque, cuatro puntos consecutivos de Mumbrú, pareció desinflarse.

Viendo que Lituania se acercaba, Scariolo decidió volver a cambiarle la cara al equipo. El partido empezó a resultar fallón y ambos equipos desfilaron hacia túnel de vestuarios con ventaja hispana: 43-35. Pero lo peor estaba por llegar.

España reanudó en plena forma, lo que contrastaba con una Lituania que salió inexplicablemente noqueada. Rudy con dos mates marca de la casa y Garbajosa y Navarro con sendos triples que pusieron la máxima renta para el combinado español, no eran los mejores argumentos para confiar en que el cuadro lituano despertarse del letargo. La sangría de rebotes ofensivos de Lituania parecía truncada y España solo tenía que darle la puntilla. Pero dicha acción no se produjo.

La Roja comenzó a relajarse y Lituania divisó un oasis en medio del desierto. Lentamente fueron metiéndose en el choque, liderados por Kleiza y levantando a su numerosa afición que reventaba las gradas del pabellón de la ciudad turca de Izmir. Los lituanos, en un abrir y cerrar de ojos, vieron la victoria a un paso mientras, simultáneamente, España veía como se le alejaba. Pasó de tener todo bajo control a ver de nuevo los fantasmas del pasado año. No fueron todo lo resolutivos que suelen ser en ataque y Lituania será quién le dispute el liderato del grupo en la próxima jornada a Francia.

BUSCANDO UNA EXPLICACION A LO IMPOSIBLE

He dejado correr unas horas, pero sigo sin saber que tecla tocaron los lituanos para salir vivos de un partido en el que estuvieron más tiempo fuera que dentro. Esta victoria les deja en octavos de final y significa que franceses y lituanos se disputarán la primera plaza del grupo, ya inaccesible para España.

Esta derrota, además, deja muchos frentes abiertos y ninguno positivo. Para empezar, los fantasmas del pasado europeo vuelven a aparecer en el horizonte de un equipo que parecía volver a enderezar el rumbo. Y a su vez, deja muchas dudas que necesitarán algo más que dos contundentes victorias ante Líbano y Canadá para disiparse.

Segundo, la tercera plaza supone un más que probable enfrentamiento contra Grecia o Rusia en octavos seguido por otro ante EEUU en cuartos si todo río sigue su cauce. Así que tras las celebraciones por evitar a los norteamericanos hasta una hipotética final han sido en vano. España ha jugado con el azar y ha salido escaldada.

Pero el meollo de la cuestión es el duelo ante Lituania. Una selección que estaba rendida a nuestros pies y a la que, con un poco de trabajo podríamos haber destrozado. Pero entre el orgullo de Linas Kleiza, las inexplicables rotaciones de Scariolo y en conformismo español obraron la sorpresa de la jornada.

Pero en peores se ha visto este equipo. Ya sabíamos que si queremos ser campeones había que ganar a EEUU tarde o temprano, pero el destino parece haber determinado un enfrentamiento prematuro entre el campeón y el subcampeón olímpico. Ahora toca pasar estos dos choques ante canadienses y libaneses, y si es con sendas victorias que inviten a olvidar este duelo mejor.

KEVIN FERNANDEZ

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