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domingo, 5 de diciembre de 2010

Alavés 3-3 Lemona

EL ALAVES SUFRE UN CUMULO DE DESPROPOSITOS

La zaga babazorra adelantó la navidad · El árbitro no ayudó a apaciguar los ánimos que rondaban por Mendizorroza · El Lemona se rescató un injusto empate · Mirandés y Real Unión tienen ante sí la oportunidad de dar caza a la entidad vitoriana.

No era un partido fácil. Lo dijo Tomé en las horas previas y el equipo salió con un alto grado de nerviosismo que le llevó a encajar tres goles en los primeros cuarenta y cinco minutos. Nunca le había pasado. Sólo el Mirandés había conseguido endosarle más de dos goles al equipo de Tomé y los vizcaínos lograron dicha proeza en tan sólo media parte. Pero si la primera estuvo marcada por la borrachera de goles, la polémica inunda la segunda.

El partido más difícil hasta el momento” fue recolocado nuevamente en la hora del postre. Los aficionados vitorianos respondieron, y acudieron a ver un partido en el que el árbitro consiguió que se quedasen más congelados por su actuación que por el clima siberiano que asoló a la capital vasca.

Inseguridad es el adjetivo que define la actitud de la defensa albiazul. La inseguridad y la imprecisión condenaron al Alavés a encajar el primer gol, obra de Markel tras peinar en solitario en el área una falta botada desde el lateral izquierdo. Sin tiempo para encajarlo, Geni devolvió el golpe tras una buena acción de Calderón. Pero tan sólo tres minutos más tarde, Markel de nuevo ponía en ventaja a los cementeros tras un error de bulto de Moya en el despeje.

No quiso el equipo venirse abajo y aprovechó el corre calles en el que se convirtió el partido para empatar por medio de un inapelable cabezazo de Casas, resultado que se vería modificado a falta de tres minutos para la conclusión por medio de un penalti que Cuesta se vio obligado a realizar tras la pasividad de Montero. 2-3, decepción pero con tiempo de reacción.

Es a partir de la reanudación cuando al trencilla se le cruzaron los cables. Tras obviar un evidente penalti sobre Jito, al que amonestó por la protesta, privó al Lemona de colocarse 2-4 al decretar fuera de juego en un gol de Urko, a instancias del linier.

Tras unos primeros compases de tanteo, El Glorioso se lanzó firmemente a llevar la manija del choque bajo la dirección de Indiano y la lucha voluntariosa de Casares en el lateral diestro. Precisamente una acción suya, que se tradujo en el empate, hizo levantarse a los espectadores de Mendizorroza por tercera pero no por última vez.

El partido se había inclinado hacía el campo del Lemona y El Glorioso remó con todas sus fuerzas aprovechando la inercia que le dio el gol. Fruto de su insistencia, llegó un gol de Moyá que el trencilla anuló por una falta al guardamenta que sólo él vio en todo el estadio. Esa decisión, junto con la expulsión por piscinazo de Jito en los tramos finales, acabó por encender a un público bastante enojado con las actuaciones arbitrales en contra de su equipo. Ocurrió en Eibar y ha ocurrido en Mendizorroza, un proceso que va camino de convertirse en costumbre.


0-1 Markel peina una falta en el área chica

1-1 Geni remata una buena jugada por el lateral de Calderón

1-2 Markel aprovecha el despeje de Moya para batir a Montero a placer

2-2 Casas remata una falta

2-3 Urko transforma un penalti cometido por Cuesta

3-3 Jito remata un pase antecedido por una buena acción de Casares


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