'La Celeste' afronta una nueva edición del campeonato sudamericano con el edicto de tapada · Su buen papel en el pasado mundial le acredita para soñar con la vuelta a la cima · Forlán será el capitán y buque insignia de un bloque similar al de Sudáfrica.
Si algo altera especialmente la ya de por sí risueña sangre latina es la llegada de la Copa América. El máximo campeonato por países del sur del continente americano despierta gran pasión y júbilo entre la población, fiel como pocas al deporte rey. Pero de entre todos ellas, si hay una nación que se siente especialmente identificada con dicho torneo es Uruguay.
Y es que 'La Celeste', apelativo derivado de su uniforme, el cuál fue instaurado para homenajear el éxito de un equipo del país hace un siglo, hace tiempo que no degusta las mieles del éxito. Retumban remotas aquellas décadas de primera mitad del pasado siglo que encumbraron al país a la cima del edén futbolístico. Sus éxitos mundiales y continentales adoptaron un compás que nadie pudo interrumpir.
Pero la orquesta cesó de entonar la sinfonía de la gloria para iniciar una época de decadencia a nivel mundial, únicamente camuflada por sus cuartos puestos en las ediciones de 1954 y 1970. Sin embargo, dicho desplome ocasionado en los mundiales no tuvo incidencias en sus presencias en la Copa América.
Pionero en el fútbol suramericano, Uruguay puede presumir de ser una de las cuatro selecciones que no han observado una Copa América desde la distancia. Su presencia en el selecto cuarteto que fue testigo de los albores de la competición fue elemental para coronarse campeón en sus dos primeras ediciones. Además, Uruguay es el combinando que más partidos ha defendido sus colores sobre el césped a lo largo de dicho torneo.
La mejor evidencia para corroborar la tesis de que Uruguay se frota las manos con la llegada de la Copa América reside en el palmarés de la competición. Es ahí donde 'La Celeste' comparte el primer escalafón del podio con Argentina (14 títulos), lo cuál no le ha impedido superar a la albiceleste en lo que a cómputo global de resultados en la historia del torneo se refiere.
Su cuarta posición en el pasado mundial renovó las ilusiones de un combinado especialmente ausente. La excelente actuación de los hombres de Tábarez en Sudáfrica demuestra el deseo existente en el país del sudeste de Sudamérica en firmar el epílogo a su deambular sin títulos. Casi 16 años han pasado desde aquel 22 de julio de 1995 en el que Montevideo fue testigo del último entorchado de su selección tras superar a Brasil desde el punto fatídico.
El bloque consagrado de Sudáfrica
Visto el buen rendimiento que dio aquel bloque que se llevó a Sudáfrica, Tabárez ha optado por introducir pocos retoques en su lista. De entre las tres ausencias respecto al pasado verano, destaca la ausencia de Fucile, descartado en la última hora tras su excelente curso en el Oporto. Sin embargo, bisoñas promesas como Coates (Nacional de Montevideo), Abel Hernández (Palermo) y Cristian Rodríguez (Oporto).
La portería seguirá escudada por Muslera, guardameta del Lazio que sólo encajó seis tantos en los siete partidos que disputó en el mundial. Por delante, y tras la ausencia de Fucile, Victorino y Pereira se perfilan como laterales de una zaga liderada por la experiencia de Lugano, quien tendrá de acompañante al colchonero Godín.
Por delante se prevé una medular que alternará el 4-4-2 habitual con el novedoso 4-3-1-2, en función de la tarea destinada a los arietes. Arévalo y el “ruso” Pérez tomarán las riendas de la zona ancha de su equipo y, por delante, podrán divisar hasta tres opciones diferentes. La más natural consiste en otorgar a Maxi Pereira y Nacho González las llaves de las alas, aunque Pérez también puede ocupar esa demarcación y ceder a Gargano su lugar a la vera de Arévalo.
Para los arietes se abre un mayor abanico de posibilidades. Con Forlán como titular indiscutible,Luis Suárez y Cavani se disputan la última vacante del once. El 4-3-3 otorgaría a los tres la opción de jugar, aunque el del Nápoles puede partir desde el carril zurdo para ofrecer nuevas opciones a sus compañeros. También existe la opción de que, formando con un 4-3-3, Forlán parta por detrás de Luis Suárez y Cavani.
El hábitat natural de Forlán
Si hay alguien a quien temer es a su capitán, Diego Forlán. 'El Cacha' afronta su tercera Copa América tras un año convulsivo en el Atlético de Madrid y con el firme objetivo de escribir su nombre en el olimpo del balompié uruguayo. Nombrado 'MVP' del pasado mundial, Forlán se encuentra a tan sólo dos goles de igualar la cifra de 31 dianas que reconoce a Héctor Scarone como máximo artillero de 'La Celeste'. Además, de disputar tres partidos, Forlán superaría a Rodolfo Rodríguez como jugador con más internacionalidades. Es su oportunidad de resarcirse tras una campaña atestada de adversidades.
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